EXTINTO?
Ejemplar disecado (Museo Smithsonian) |
Guambá hovíg o guaá-hovi (guaraní), guacamayo celeste, arará, arapachá, o araracá (guaraní), arará celeste, arará azul pequeño.
El género Anodorhynchus está formado por 4 especies, 2 de las cuales están ya extinguidas. De las dos supervivientes, una (el Anodorhynchus leari) se encuentra al borde de la extinción y la otra (el Anodorhynchus hyacinthinus) está gravemente amenazada . La paulatina desaparición de los integrantes de este género, conocido como el de los guacamayos azules entre ornitólogos y aficionados, constituye una experiencia ejemplar para estudiar las causas de la regresión de las poblaciones de aves en su hábitat natural ya que disponemos de una serie de datos lo suficientemente larga, puesto que estas especies fueron descritas y están siendo estudiadas ya desde el S.XVIII.
De este modo, y teniendo a nuestro alcance el acceso a datos demográficos, económicos y la observación de campo a lo largo de casi 300 años, es posible construir una perspectiva realmente global sobre el impacto de la actividad humana en el medio natural
El Anodorhynchus glaucous
Conocido como guacamayo Azul o violáceo, probablemente se extinguió a
principios del S.XX, aunque a lo largo de los últimos 100 años no se ha
dejado de especular sobre su existencia. En 1992 el ornitólogo Tony
Pittman realizó junto con su colega Joe Cuddy una larga expedición en
busca del guacamayo azul en el Norte de Argentina, Paraguay y Sur de
Brasil. Los testimonios que pudo entrevistar hablaban del tiempo de sus
abuelos, en referencia a los últimos ejemplares observados en libertad.
Así mismo, Cuddy pudo constatar la práctica desaparición del hábitat de
esta especie, siendo el Parque Nacional de El Palmar, en las provincias
de Entre Ríos, Corrientes y Misiones del Norte de Argentina el último
reducto natural en el que podrían sobrevivir algunos ejemplares. Esta
hipótesis venía avalada por la posibilidad de que uno de los ejemplares
de hembra de Anodorhynchus leari que estaban en el programa brasileño de
cría en cautividad no criara por ser, en realidad, una hembra de Anodorhynchus glaucous.
Dada la cercanía genética entre ambas especies y su parecido físico no
se trataba de algo descabellado y bien merecía la expedición. A pesar de
todo, Pittman concluyó dando por extinguido al glaucous, coincidiendo
con la opinión del redescubridor del Anodorhynchus leari, el profesor germano-brasileño Helmut Sick. Como aval de esta tesis cabe decir que el Anodorhynchus glaucous no ha podido ser observado vivo desde hace más de 100 años.
De extinta a en “peligro crítico”
Los constantes rumores sobre su existencia han forzado al CITES a
descatalogar la especie como extinta e incluirla en la categoría de “en
peligro crítico” dentro de su lista roja de 2000. Entiendo que la razón
para este cambio de postura no deja de tener una lógica si consideramos
lo que ha podido ocurrir con otras especies. La posibilidad, aunque sea
remota, de que puedan subsistir algunos ejemplares en pequeños grupos,
justifica plenamente la postura del CITES. ¿Cómo podría perseguirse, si
no, el comercio de ejemplares de una especie oficialmente extinta?Descripción
Gracias a las pieles disecadas que se conservan en varios zoológicos y museos de historia natural de América y Europa podemos saber que el glaucous era (o sigue siendo) un pájaro de unos 70 cm, de un color azul verdoso y con un característico tono grisáceo sobre la cabeza y un tono algo verdoso sobre la cara.
Hábitat y extinción
Vivía en las enormes extensiones de palmeras yatay alimentándose de sus frutos como lo hace el Leari en las palmeras licuri, más al Norte. Esto es, en Paraguay, Sur de Brasil y Norte de Argentina en la región delimitada por los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay. Esta región fue, durante la segunda mitad del S.XIX, devastada por las guerras y la explotación intensiva del territorio. Como muestra basta decir que durante la guerra de la Triple Alianza que enfrentó a Paraguay con Argentina, Brasil y Uruguay (1864-1870) Murió el 90% de la población masculina de Paraguay. Hoy se hace difícil valorar las consecuencias medioambientales y humanas de semejante desastre demográfico pero no creo que haga falta insistir demasiado para imaginarse la terrible postguerra que vivió aquel país y las perennes consecuencias que de ella se iban a producir sobre el territorio. A finales del S.XIX, la navegabilidad de los citados ríos hizo posible la explotación agrícola y el desarrollo de la región aprovechando las salidas portuarias de Brasil, Uruguay y Argentina. Esto acabó por devastar las amplias regiones de bosque natural y de palmares, que fueron siendo substituidos paulatinamente por cultivos y bosques de pino y eucalipto importados. Esta práctica fue, además, incentivada por los gobiernos que subvencionaban a los propietarios forestales sin tener en cuenta el tipo de bosque que estos mantenían. Los propietarios, habiendo cobrado la subvención, substituían las especies autóctonas por los mentados pinos y eucaliptos, mucho más productivos a efectos de su explotación forestal que las originarias palmeras o la selva virgen. De este modo, podemos constatar como a principios del S.XX ya había desaparecido la práctica totalidad del hábitat del glaucous.
Algunos testimonios
Referencias generales: The Glaucous Macaw - Does it still exist? Tony PITTMAN. Publicado en Parrot Society Magazine, 1992
Hermosa ave, simplemente hermosa
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